Esta frase nos recuerda la importancia de razonar eticamente, de no actuar como necios. El significado de la frase nos dice que cuando un necio sigue a otro necio, los dos caen en desgracia. Cuando razonamos eticamente, es decir cuando evaluamos adecuadamente cuando algo es incorrecto o no, aprendemos de nuestros errores y los ajenos, trabajamos para mejorar, para minimizar…